martes, 15 de mayo de 2012

El segundo imperio mexicano


Hoy 15 de mayo se celebran 145 años de que terminó el Segundo imperio de México, el cuál estuvo a cargo de Maximiliano de Habsburgo del 10 de abril de 1864 al 15 de mayo de 1867.


El 5 de mayo pasado se celebraron 150 años de la batalla de Puebla (en 1862), en que los mexicanos de ese entonces orgullosamente vencieron a los franceses. Sin embargo, lo que no veo es que se mencione que en realidad la Francia de Napoleón III terminó ganando la guerra y para finales del mismo año las tropas del país invasor habían hecho sentir su dominio. Así, en junio de 1863, un año después de la famosa batalla de Puebla, los franceses entran triunfantes a la Ciudad de México.
Todo el conflicto venía con el pretexto de que el México de nuestro héroe Juárez estaba enormemente endeudado, por lo que España, Francia e Inglaterra acordaron mandar soldaditos a nuestro pedazo de tierra. De éste modo, determinaron en julio de 1863 que se instalara un segundo imperio en México.
En perspectiva, nuestra historia parece una burla, v. g.,

* Parece muy creíble que el grito de dolores fuera como "Viva la virgen de Guadalupe, viva Fernando Séptimo, muera el mal Gobierno", lo cual implicaría que Hidalgo no pensara en independizarse de México en realidad, sino tan sólo lograr alguna especie de igualdad.
* Agustín de Iturbide, el primer mandatario del México independiente, en realidad inicialmente estuvo en contra de los insurgentes, pero cuando fue enviado a combatir a Vicente Guerrero, éstos unieron fuerzas y en 1921 lograron la independencia. Más pronto que de inmediato, Iturbide decidió que mejor lo llamaran Agustín I, pues ahora era el jefe (Emperador). 
* Cuando Antonio López de Santa Anna (arriba en la imagen) vió lo anterior, el mismo año de 1822 proclamó el Plan de Veracruz, con lo que ahora se volvieron en armas contra "Agustín I", quien se fue a Francia. Al volver en 1824, ejecutan a Iturbide, quien era ignorante de que lo habían nombrado "traidor a la patria". Curiosamente, el mismo López de Santa Anna se volvería un de los peores personajes hambrientos de poder de nuestra historia, perdiendo en el transcurso buena parte del territorio mexicano. Curiosamente, hace pocos años vimos autoexiliarse también a otro mandatario en el extranjero, pero no fue en Francia sino en Irlanda. Y podemos no parar la analogía ahí, pues un enano y una mujer siguen diciendo por ahí que "quieren un México diferente"... 


* Benito Juárez, quien tendría nombre masónico Guillermo Tell (no sé si Salvador Dalí sabía eso), ayudó a una de las reelecciones de Santa Anna cuando fungió como diputado en 1847. Como gobernador interino de Oaxaca llegó a  impedirle la entrada a Santa Anna cuando éste huía de los gringuitos ese mismo año, y después Santa Anna se la cobró encerrándolo.

Aquí le paro porque en realidad todavía quedan muchas curiosidades de nuestra chulada de historia (Porfirio Díaz, Álvaro Obregón vienen a la mente), además de la historia más reciente, en donde incluso justo ahorita tenemos a Josefina y Peña Nieto que quieren un "México diferente", o el último que dice que se propone cambiar el miedo por la esperanza. A ésto sólo respondo como Nelson: Ja ja.


Volviendo al tema, Maximiliano I según se cuenta era más bien un buenazo y es probable (si por las acciones se ha de medir lo que merecemos o no) que no mereciera su fusilamiento en junio de 1867, a los 34 años. Su única culpa parece haber dicho sí a la propuesta de Napoleón III para que fuera a gobernar a México, probablemente con ansias de aventura.
Se cuenta que cuando una princesa fue a pedir a Juárez por la vida de Maximiliano, éste le dijo "No mato al hombre. Mato la idea." ¡Áyale!. Aún así, no me parece encomiable el sacrificio.